Increible pero cierto

viernes, octubre 20, 2006
B: Con muchas cosas que decir, hoy, hace exactamente 365 días y par de horas decidimos vociferar todas nuestras ideas y opiniones al mundo. Sí, decidimos hacer un blog que reflejara lo que somos.

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V: Pudimos intentar conquistar el mundo pero hay q contar con un fondo monetario ya saben, así q de q forma divertida, original y espontánea, podríamos llegar a las masa.

Por cierto aquí no hay eso de mensajes sublimizares Images for your blog (sienten sueño Vilma y bettty son lo máximo). Bueno lo q les intentamos decir es Q un día como hoooooy se hizo la luz si en otras palabras nació nuestra creación y se remodeló la jungla.

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B: Y aunque a muchos nos les guste, estamos ALANTE, ALANTE!!!

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P.D.: Aceptamos presentes… jejejejeje


La Boda de Tía Rafaela (Segunda Parte)

jueves, octubre 12, 2006
Si no has leido la primera parte, echale un vistazo :P

Aspiro profundo. Dios, dame paciencia.

-No esta aquí. Tuvo una emergencia –dije cortante.
-El que tiene tienda que la atienda, ¿como este tipo puede dejar sola a una nena como tu? –dijo acercándoseme mas.
-Me sé cuidar sola –me alejo un poco del baboso este.
-Pero no seas tímida que no muerdo.

Aunque con esa cara pensaría que sí.

-Mira y ¿Qué te parece si vamos a un lugar mas cómodo? -dijo acercándose a mi oído y con su mano en mi espalda.
-Hey! ¿Qué pasa contigo? –le di un manotazo a su mano escurridiza. ¡¿Y este que se ha creído?!
-Nada mi amor ¿no quieres que hablemos un poco?

Ya esta bueno de esta situación.

-No, no me interesa.

Aunque preferiría una lobotomía antes que hablar un segundo mas con este tipo.

-Pero y ¿Porque no mi amor? dime a veh ¿tu siempre has sido tan linda?
-Fíjate que no, cuando pequeña tuve un accidente y me reconstruyeron la cara y parte del cuerpo.

Le digo como si el estuviera escuchando algo de lo que le hablo.

-Jeje que bueno linda.

Como pensé, el muy idiota ni me oye.

-Mira lamento tener que dejarte pero ya me falta el oxigeno y parte de mi cerebro esta sufriendo contusiones al estarse suicidando mis neuronas.
-¿Que? –pregunta con cara de anonadado.
-Que me largo de aquí.

Y diciendo esto tomo mi bebida y me alejo mientras escucho el lamentable quejido de un animal herido que decía:

-Pues tú te lo pierdes, chula.

Suena muy tentador que un maniaco me este asediando todo la noche, pero tendré que perdérmelo.

De vuelta a mi mesa, me siento en mi lugar con mi trago en frente. Y pensar que tuve técnicamente que luchar por el, pero valió la pena. Está delicioso.

-¿Y el novio, prima? –dice mi pri-cuñado dirigiéndose a mi.
-Ahora mismo no tengo novio.
-¿Cómo que no?
-María José no quiere casarse, ella prefiere trabajar –intervino mi prima. Tan linda la mogola esta.
-Mi hija pero tu eres una muchachita tan linda, tu podrías conseguirte marido facilísimo –dijo el viejo que esta al lado de Juan, supongo que su padre.
-Manuela se casó con un hombre muy bueno, le manda cuarto y de tó de Nueva Yol –dijo la vieja. Esposa del viejo.
-Andrea también se casó con un muchacho muy bueno, de San Juan. Ahora van a tener otro muchachito –dijo la mongola conocida como mi prima.
-¿Otro? ¿Pero ya no tiene cuatro muchachos? –pregunto incrédula.
-Ella puede tener cuantos hijos quiera, su marido es un hombre de cuarto ¿no viste la casa que le hizo? –dice Carlota.
-¿Pero es verdad que tu no te quieres casar? –Dijo la madre de Juan -mira, mija la mujer tiene que casarse, buscarse un hombre que cuide de ella, que la mantenga. Tener hijos, una casita que arreglar. Esta juventusé de ahora lo que quieren e andar en la calle, la mujer tiene que tar clara en cual e su papel.

No dije nada. ¿Qué voy a decirle a la vieja metiche esta? Según ella yo tengo que casarme porque ese es mi único papel en la vida. Que halagador. Miro mi reloj, son las 10:37 p.m. Echo un vistazo a los alrededores en busca de algo con que deleitar la vista. No hay suerte, no hay ni un solo hombre que se vea bien. Odio las bodas.

De un momento a otro aparece un hombre a mi lado, lleva una camisa blanca algo desarreglada y el cabello empapado de gelatina.

-¿Quieres bailar? –dice tendiéndome una mano huesuda.

El merengue que suena me gusta, es bueno de bailar. Las opciones son quedarme a seguir siendo reducida a jamona o bailar con un tipo medio extraño. La segunda opción, por supuesto.

El enano que me ha sacado a bailar no dura mucho en mostrar cuales son sus verdaderas intenciones y comienza a pegárseme. Pero todo esto tiene algo gracioso, al ser más pequeño que yo no podía evitar sobar su entrepierna en mi muslo. Asqueroso. No aguanto la situación, le entierro las uñas de la mano que tengo en su hombro. Parece que entendió el mensaje, antes de que termine la canción me suelto y me dirijo a mi mesa sola.

No hay suerte, ni bien salgo de una caigo en otra y cada situación supera a la otra ¡genial! ya estoy harta ¿porque rayos tengo que seguir con esta tortura?

¿ES QUE ACASO YA NO ES SUFICIENTE?

Me largo de aquí. No esperaré el buffet, aunque huele delicioso pero tendré que perdérmelo estoy mas que segura que nadie se quedaría en una cárcel solo porque la comida es apetitosa, bueno, es una simple analogía. Paso a recoger mi cartera a la mesa infernal.

-¿A donde vas? –Pregunta mi prima con fingido interés.
-Estoy muy cansada, casi me estoy cayendo del sueño.

Todos los de la mesa me dirigen una mirada de esas lastimeras que dice “Y ya te vas? no te vayas”. Les sonrío apenada y digo:

-Acuérdate de llevarme un pedazo de bizcocho, eh? –dirigiéndome a mi prima.
-Esta bien, procurare llevarte si queda después de que lo piquen –dijo ella.
-Carlota, solo tienes que decirle a Susi, ella te dará mi pedazo y no te lo comas. Bueno, que la pasen bien, buenas noches –y me retiro camino al parqueo donde esta mi destartalado pero fiel Rocinante (mi corolita).

Parada al lado de Rocinante, busco las llaves dentro de mi cartera. Y comienzo a forcejear con la puerta de mi carro, hace días que ha cogido la mañita de quedarse atorada. Le doy par de trompones a la vez que roto la llave sin ningún resultado satisfactorio.

-¿Descargando tu ira con el carro? Ufff no creo que se lo merezca –dice una voz masculina, que me da un susto de madre.

Me volteo rápidamente aferrando mi cartera con las dos manos. Logro ver a una silueta apoyada sobre un carro negro. Estaba fumando mientras me miraba con una sonrisa arrogante y su cigarrillo entre los dedos de la mano derecha. Llevaba una camisa negra con las mangas enrolladas sobre los antebrazos, los tres primeros botones de la camisa desabotonados, un pantalón gris oscuro. Encima de la capota del auto estaba algo parecido a una corbata. Con ese atuendo no creo que sea un atracador, espero en Dios que no sea un atracador. Y si no, que modernos que están. Aunque no me costaría mucho darle mi cartera con todo su contenido ¡¡Dios santo que brazos!! Yo admiro a los hombres que todavía cuando llevan camisa se le notan disimuladamente los músculos de los brazos. Cuanta tentación para un solo cuerpo.

-¿Ese es tu carro? –pregunta el misterioso atracador.
-Anja –digo sin saber que otra cosa decir.
-No, yo no te voy a atracar, relájate –dice todavía en su sitio.
-Ah… no, yo se, excúsame –digo como una idiota.
-¿Necesitas ayuda con la puerta de tu carro? –dice caminando hacia mi. Tiró la colilla de cigarrillo a un lado.

Se esta acercando ¡ay Dios! Si es un atracador ya si me jodí, si no ¡ay Dios! ¿Que le voy a decir? ¿Estaré muy desgreñada? Ojala que no, este maldito vestido no me beneficia en nada. Relájate María José, relájate.

Se acerca hacia mí con tanta seguridad que cuando llega a mi lado me quito del medio y les doy las llaves para que se dedique a ayudarme. Ya a mi lado me dice:

-Bonito vestido –mira mi vestido de arriba a abajo o ¿Será a mi?
-Quería ser el centro de atención –dije volviendo en sí.

Haciendo fuerza con su rodilla mientras rotaba la llave dentro de la cerradura del auto, logró abrir la puerta. Con que así era.

-Me parece que te falló el plan, hay par de chicas que tienen ese mismo vestido –dijo el dándome las llaves.
-¡Aja! Te diste cuenta, que puedo decir le debemos todo al buen gusto de mi tía.

El se río. Bieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeen. Todo viento en popa. ¿Será posible que la noche se salve?

-¿Eres familia del novio o de la novia? –dije. Hay que hacer la típica pregunta, porque si resulta ser familia mía, tremendo desastre.
-Soy mas bien un colado, soy primo de un primo del novio, o sea nada de este –dijo.
-Así que te dedicas a colarte en bodas ¿es acaso por el buffet? ¿O por el increíble ambiente de las bodas?

Volvió a reírse. Bonita dentadura.

-Mi familia conoce al novio, es un amigo de siempre y tenía que venir a cumplir –dijo con media sonrisa -¿y cual es tu caso? ¿Te dedicas a coleccionar vestidos de damas, ramos de novias o comer gratis?
-Digamos que yo también estoy aquí cumpliendo, aunque el ramo es tentador y es posible que el buffet este bueno –digo.
-¿Que ya lo probaste?
-De hecho ya me iba.
-Estas bromeando ¿verdad? No me dirás que te sacrificaste toda una noche y ni siquiera disfrutaras de los placeres de comer gratis.
-Jajaja es tentador pero todos tenemos un limite.
-Dale, no serás tan cruel como para dejarme comer solo ¿verdad?
-¿Y que tienes en mente?
-Te lo pondré de esta manera, vamos cobramos por los servicios ofrecidos (o sea venir y aguantar todo el show de la boda) nos comemos su comida y luego vemos que se nos ocurre y si te comportas es posible que hasta bailemos.
-Y quien te dijo que quiero bailar.
-De alguna manera hay que bajar la comida –dijo el, estaba convenciéndome casi, casi –te prometo que no te pisaré o por lo menos lo intentaré.

Me convenció. Entre su sonrisa y su sentido del humor muy parecido al mío, terminé volviendo a la boda a comerme el buffet, que por cierto estaba muy bueno. Y ni de relajo me acerque a la mesa de mi prima y su marido, me senté en la mesa de Javier, sí ese es su nombre por si te lo preguntas. Aunque nos la pasamos mas en la pista que en la mesa. Así conocí a mi novio, casi dos años y andando, quien diría que de aquella desastrosa noche pudiese haber salido algo bueno, es mas yo diría algo extremadamente bueno.